Noche Arboleda: Un Encuentro Musical que Trasciende los Límites

La Noche Arboleda no es simplemente un evento musical; es una manifestación de la sinergia entre diferentes formas de arte y la conexión con la naturaleza y lo colectivo. El equipo detrás de este evento ha estado trabajando arduamente para crear un espacio donde la música no solo resuene en los oídos de los asistentes, sino que también inspire emociones y reflexiones profundas. La música actúa como el hilo conductor, tejiendo redes invisibles que conectan diversas disciplinas artísticas y emociones humanas.

Caro Vitali, una artista con una trayectoria que se remonta al 2010, encabeza este evento con su energía y pasión característica. Desde el año 2020, Vitali se aventuró como solista, dando vida a sus composiciones personales. Este viaje musical culmina en la grabación de su primer EP como cantautora, acompañado por un material audiovisual que promete transportar al público a su mundo creativo. Su voz única y sus letras emotivas prometen ser un deleite para los sentidos y el alma.

'La Noche Arboleda, más que un simple concierto, es una experiencia inmersiva que invita a los asistentes a sumergirse en un tejido de creatividad, expresión y conexión con lo esencial'.

Por otro lado, la banda 116 Luces, un proyecto musical emergente desde el 2020, también se unirá a la Noche Arboleda. Integrada por Majo Fernández Molina en guitarra y voz, y Rubén Jaime en guitarra, la banda se distingue por su habilidad para transformar sus vivencias personales en melodías y versos cautivadores. A través de una fusión de géneros musicales que incluyen jazz, bolero y elementos propios de la música popular argentina, 116 Luces lleva a los oyentes en un viaje sonoro íntimo y conmovedor.

Así que marquen sus calendarios y prepárense para una velada única en el teatro Sala 420 el sábado 9 de septiembre. La Noche Arboleda nos espera con los talentos de Caro Vitali y 116 Luces, dos bandas que nos recordarán el poder de la música para tejer redes entre diferentes disciplinas artísticas y conectar a la comunidad en una experiencia que perdurará mucho después de que las luces del escenario se apaguen.