Indie

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Buenos Aires, Lunes 24 de Julio de 2023

Silvina Moreno: “La maravilla de la creatividad es encontrar en lo cotidiano la inspiración”.

Icono de la música y reconocida a nivel internacional, conforma su discografía con cuatro álbumes, de estilos muy diferentes. La cantautora de 35 años ha compartido escenario con varios grandes y ha recorrido el mundo en busca de su esencia, llevando ya más de 10 años dentro de la industria.

 ​Por Ariadna Pinheiro

Su música está influenciada por la escena underground de Brooklyn, Nueva York, Londres y sus raíces sudamericanas. Se formó en Berklee College of Music, la universidad estadounidense más popular para aquellos que se sumergen en el mundo musical e intentan formar una carrera.
El año pasado comenzó a formar parte del Concierto con los Refugiados para Telefe y ACNUR. Con su personalidad fresca, dulce, cálida y auténtica, la artista ha sabido cautivar la escena y sigue coleccionando logros. En el 2020 fue nominada a un Premio Gardel como Mejor Álbum Canción de Autor por su anteúltimo disco, Herminia. Dos años más tarde lanzó Selva.

¿En qué momento te diste cuenta que la música era a lo que te querías dedicar?

Fue saliendo de la secundaria. Ahí es cuando te obligan a elegir una carrera. Es medio cruel porque a esa edad nadie sabe nada de la vida. A los 17 o 18 años somos re pequeños. Yo sentí la bendición y el vértigo a la vez de tener muy en claro lo que quería hacer. Ya venía tomando clases de canto desde los 10 años y tomando clases de instrumentos desde los 7 (piano, guitarra, armonía y musical). Venía entrenando el oído y la voz desde chica, entonces en el colegio entretenía mucho a mis amigas, cantaba y bailaba. Con las clases hacía recitales bastante seguido y me empecé a exponer a los escenarios. Para cuando terminé la secundaria ya lo tenía bastante claro y no fue sorpresa para nadie que me quería dedicar a la música. Igual podría haber sido cualquier rama artística, me gusta el teatro y la danza también.

¿Sentís que las influencias musicales que tenes se fusionan en tu música?

No siento necesariamente que hago la música que escucho, pero definitivamente influye. A mi me sale una mezcla entre mi influencia del pop de los 90, que es lo que más escuchaba de adolescente, con lo que empecé a escuchar en mis 20. Cumpliendo esa edad me fui a vivir a Estados Unidos y entré en Berklee College of Music, en Boston. Estuve cuatro años ahí y me empape mucho, de muchos géneros de música. Se me abrió el espectro de influencias. Empecé a escuchar desde Jazz, soul, R & B, música brasilera, tango, clasico, funk y trap, que recién arrancaba y era como un fenómeno nuevo. No considero que mi música sea Indie pero lo escucho mucho para imaginarme que mi vida es una película.

“No siento necesariamente que hago la música que escucho”

Hace tiempo compartiste escenario junto a Jorge Drexler, ¿Cómo fue la experiencia?

Es muy generoso con otros artistas. Es alguien que entiende que el camino es largo y empatiza con eso. Siempre me decía que tuviera paciencia y que estuviera tranquila, que todo llega. Fue un buen mentor. La experiencia fue un poco surreal, ya que mi cerebro no paraba de pensar en que no quería olvidarme de ese momento. Quería hacer un Rec de ese momento, para apreciarlo y valorarlo para siempre.

¿Qué te trae más satisfacción, componer o cantar?

Un poco que se retroalimentan ambas. Empecé como cantante y lo primero que me sale decir es cantar, ya que siempre fue como mi medio de expresión máximo. Desde que me subí a un escenario de chica, siento que me transformo. Siento que se da algo mágico, que me transformo y conecto con algo que es más grande que yo. Sin embargo, componer se convirtió en una necesidad. No hay nada como poder cantar mis historias y contar mis historias cantando. Cantar historias de otro es lindo pero cantar las propias tiene un precio impagable.

¿Cómo fue la creación de tu álbum Herminia?

Herminia nace en enero del 2018 y no lo pude tocar en vivo porque me agarró la pandemia. Es un disco que disfruté mucho hacer, tiene muchas canciones introspectivas y está dedicado a mi abuela materna. Era una mujer muy alegre, luminosa, graciosa, todo un personaje.

¿Cómo es el proceso creativo de tus canciones?

Componer es un músculo y si lo achancho, después cuesta volver. Una vez que arranco ya estoy en modo creativo. Está bueno descansar un poco, pero cuando se renueva es como encender la máquina y de a poco va entrando en calor. No tengo una fórmula, va variando. A veces hago la letra primero y después la música, o viceversa.

¿Qué es lo que te inspira a la hora de sentarte a escribir?

El día a día, las personas y las relaciones humanas principalmente. Nada extraordinario, no siento que me tengo que ir a la montaña a mirar el horizonte. La maravilla de la creatividad es encontrar en lo cotidiano la inspiración. En la imperfección de una madera, en un animal acostado arriba mío, la vida que me rodea en la ciudad. La vida citadina es una gran fuente de inspiración, es tela para cortar.

¿Cómo describirías tu música?

No me escucho a mí misma. Nunca voy a poder verme como me ven los demás. Cuando escucho mi música no lo hago con un oído fresco, porque fui parte de la creación. Conozco todo el ADN de esa música y no es lo mismo que escuchar algo ajeno. A veces disfruto de algunas de esas cosas, pero no lo hago cotidianamente. Como una observación de un trabajo que salió bien, pero no me estoy aplaudiendo todos los días. Es más sano tener la vara más alta. Mi música siempre va a estar más abajo de lo que admiro, sino nunca hay lugar para crecer.

¿Qué consejo te darías si pudieras volver el tiempo atrás?

Por ahí el consejo que me daría es que me mire al espejo y me de cuenta que tengo luz y que tengo mucho para dar, que puedo disfrutar de mi imagen y de jugar con eso. La imagen es algo que siempre me costó. Me costó mostrarme linda o permitirme jugar con mi feminidad, no me lo permití. Ahora sí lo estoy haciendo, pero pasaron muchos años. Me di cuenta a esta edad que divertirme con mi mujer y mi feminidad es algo que postergue mucho tiempo. A mi Silvina de los 20 le diría que se divierta un poco más y que se adueñe de su mujer, que no le huya.